EPÍLOGO
Miguel Fidalgo trabaja diariamente en sus creaciones y es reconocido por impregnar en sus obras un sello original e inimitable mediante escenas que nos emocionan y cautivan desde el primer encuentro. Plasmando un toque íntimo y personal, este gran talento se recrea en sus espacios de fantasía e imaginación, a través de sugerentes y elegantes imágenes nos revela dimensiones desconocidas e irrepetibles.
De su lápiz y pincel nacen nuevas ideas y conceptos, siendo un claro ejemplo de creador hecho a si mismo, pura esencia que se mantiene al margen de las modas impuestas, para así reflejar su propia identidad que nos atrapa en un mundo particular de alegorías, hombres-pájaro, diosas y bellas musas, que desbordan su fuerza con una plasticidad pasional, de sutiles movimientos y sueños imposibles.
Fidalgo realiza propuestas alternativas, impregnadas de “duende” y que dan vida a cualquier espacio, explorando nuevas emociones. Este artista se ha convertido en una de las promesas españolas con mayor proyección nacional e internacional. Aclamado y reconocido por los críticos de arte más importantes, se distingue como un dibujante, pintor y diseñador en vías de extinción, por su pureza artística. Esencialmente, nos encontramos con una figura de gran valor y a tener en cuenta por los grandes coleccionistas privados con un indiscutible buen gusto y amplio criterio. Además de los amantes del arte, descubridores de nuevo dibujos y piezas pictóricas exclusivas.
A todo esto hay que decir que Miguel Fidalgo también nos sorprende gratamente con más sensaciones, arrojando todo su
arte sobre los trajes de torero, trajes picassianos y capotes que le son encargados por las grandes figuras del toreo y la tauromaquia; matadores que buscan y esperan algo más que los diseños clásicos, trasnochados y calcados de trajes de torero.
En ese espacio en blanco, Miguel encuentra la inspiración y descarga todo su potencial como diseñador, moviendo su lápiz en el papel con fluidez en los trazos, impregnados de audacia, sutil refinamiento y destreza, reinventando nuevos conceptos y diseños más acordes con los tiempos que corren, en los que integra dibujos personalizados dependiendo del maestro en cuestión.
Al mismo tiempo respeta y encuentra el siempre controvertido y difícil equilibrio entre sus propuestas y el diseño original de esta bella pieza emblemática de nuestra cultura y en la que enfrenta el tan reacio cambio por parte de los ortodoxos, dándole una profunda y contundente renovación de la que muy pocos ya dudan que era necesaria.
La evolución natural de los trajes de luces, picassianos y capotes que Fidalgo supo entender perfectamente, para aplicar de manera espectacular, sus diseños y conocimientos, logrando ser, hasta ahora, el único creador que nos ofrece esta novedosa apuesta, con un estilo genuino marca España, y que sin duda marcará un antes y un después en la historia del diseño de trajes de torero.
En definitiva, una propuesta que abraza su imaginación desbordante junto a la tradición y el buen gusto, desarrollando su propio estilo en una corriente innovadora.
Francisco José F. Cuesta